21 marzo 2012

Soundtrack

Hola de nuevo!!!

¿Sabéis lo que me encantaría tener? Mi propia banda sonora, para que en cada momento a destacar en mi vida haya una canción que lo represente. Me encantaría el hecho de escuchar una canción e inmediatamente asociarla con un momento, con ese momento. Como en las películas, en todas ellas hay música y esa música no está ahí puesta por que sí, porque había que rellenar esos espacios o esos silencios, que va! Esa música está buscada a conciencia, tiene un ritmo, una letra, un todo adecuado para que todo encaje a la perfección. Parece mentira como la música nos puede representar, de qué manera nos podemos sentir identificados con una letra de una canción, o simplemente te sientes identificado con esa canción porque la escuchaste en una película y fue en un momento que a ti te hubiese gustado vivir, o identificándote con esa canción por su ritmo, porque tiene esa cosa de que aunque no entiendas los que cantan a ti te gusta, y te hace evadirte hacía quién sabe dónde.

Escuchando todas esas canciones que representan algo para mí, y haciéndolo mientras escribo este post, me doy cuenta de todo lo que he vivido, de cuántas cosas me han pasado y se han quedado metidas en la cabeza por el mero hecho de ir acompañado de una canción.

Con las cosas que aquí escribo me gustaría expresar cómo me siento, lo que pienso y de alguna manera, darme a conocer a los demás. Pero, creo que no sólo vale transmitirlo con las letras que pongo, sino, con la música que me inspira, con la música que me identifica, con la música que me gusta...


Buen día, y no os olvidéis de dadle al play en banner de la izquierda.

xoxo
E.

13 marzo 2012

Perdón...

Hola de nuevo!

Siento mucho la tardanza. Tuve problemas con Blogger y luego con mi ordenador. Además empecé con las prácticas en el colegio y me ha sido realmente difícil actualizar el blog.

Tendría mogollón de cosas que contar, así que hago una breve reseña de todo aquello que ha sido más relevante en estos días y así no perdéis detalle de nada.

- Nuestro viaje de aniversario en Milán sólo puedo decir que fue increíble. Lo único malo que cabe destacar es que nunca estuve a -18º. Hizo muchísimo frío, ya que estuvimos en medio de ese intenso frío siberiano que azotó todo Europa. Pero por lo demás, todo genial. Me encanta esa ciudad y me encanta todo lo relacionado con Italia. =)



- Después de ese viaje, estuve de nuevo de prácticas en el cole y la verdad es que ahora tengo bastante más claro a lo que me quiero dedicar y sobre todo el por qué de ello. Me encantan los niños, en todas sus formas y versiones, y sobre todo me encanta el hecho de que se asombren por todo lo nuevo que les enseñamos. Adoro sus caras de sorpresa, cuando abren tanto lo ojos de lo asombrados que se quedan al descubrir algo nuevo, y me chifla el que cada mañana me trajesen algún detallito hecho por ellos.
Pero después de un mes de prácticas, se acabó lo bueno y este lunes volví a la universidad.

Pues esto es un poquito nada más, tampoco me quiero enrollar demasiado en mi reseña, porque si digo breve es breve. Y ahora que estoy de vuelta con las clases, creo que tendré más tiempo de actualizar todo esto.

De verdad, perdón por la tardanza.

xoxo E.

07 febrero 2012

Milano...

Por fin!! Por fin he terminado los exámenes!!

Y aprovechando estos días libres que tengo y que hago 2 añazos con mi novio, vamos a celebrarlo con un viaje a Milán. Nos vamos hasta el domingo y cuando vuelva prometo un informe detallado de lo acontecido.

Ciao ragazzi!!!



03 febrero 2012

Encantada con...

Por fin es viernes!!!

Y con ello quiere decir que empieza el fin de semana pero también que falta menos para el último examen, lo cual también quiere decir que faltan pocos días para que me vaya a pasar unos días a Milano con L.
Me encanta el hecho de hacer una escapada a última hora, me encanta no saber casi a dónde voy a ir y porque. Adoro el acabar los exámenes y saber que voy a tener unos días tan sólo para mí, pero más aún me gusta el pasar esos días con la persona que quiero y adoro, con la persona que me soporta y me hace reir, con la persona que se despierta a mi lado cada día.

Y como no sólo son esas cosas las que me encantan, os dejo otro collage (si la cosa va de collages últimamente) con las cosas que me han tenido encantada en enero.

Hasta el lunes! =D




02 febrero 2012

Aspiraciones 2012

Hoy os dejo un collage en donde pongo imágenes de las cosas que me gustaría conseguir en este 2012. Son poquitas cosas, me conformo con poco, pero lo que sí que estoy segura es que lo voy a conseguir, cueste lo que cueste.



¿Y vosotros, tenéis aspiraciones para este 2012?






01 febrero 2012

Querer sin querer

Cuando una persona se topa con otra, y de repente siente algo extraño dentro de sí, no sabe que es lo que le está pasando.

Esa cosa, sentimiento tal vez, que se despierta en lo más profundo de uno al ver a esa otra persona. Y ese pensamiento que se tiene de no saber que es exactamente lo que está pasando, no saber el porqué te sientes así, no saber que hacer para que eso pare. Eso que sientes al mirar a los ojos a esa persona que no conoces de nada, pero que en lo más profundo de ti sabes que es como si la conocieses de toda la vida. Leer en su mirada algo que aún no comprendes pero tratas de descifrar a la vez que tu ojos piden ayuda para encontrar la respuesta a todo lo que se te pasa por la cabeza. 
Y piensas: ¿Qué siento? ¿Por qué de repente me siento como que tengo que correr hacia esa persona? ¿Por qué esa necesidad de mirarla? ¿Por qué esa cosa de no querer dejar que se vaya?

Ese sentimiento que se despierta con ese hambre voraz de la otra persona es el amor. Ese amor que aún no ves claro, pero es un vínculo que se forman entre dos personas, quizá sin que ellos mismos se den cuenta de ello. Puede que esas dos personas sean amigos de toda la vida y de repente se despierte esa fiera interna que no se puede controlar, o puede que sean dos personas que no se conozcan de nada, y que a primera vista necesiten el uno del otro.

Eso es lo que se llama querer a alguien sin querer. Porque uno no elige a quien amar, si no que cuando llega llegó.
Esto que escribo no es mera invención, sino que es algo que está ahí, que puede pasar, y de hecho pasa.
¿Qué por qué lo sé? Pues porque a mí me pasó.


31 enero 2012

Serendipia

¿Alguien sabe lo que significa la palabra serendipia? Quizá vosotros no, pero ellos, sí.


Todo comenzó en un hotel, un viaje de amigos, ella con sus amigas celebrando su cumpleaños y él con los suyos celebrando nada, simplemente querían escapar un fin de semana de sus respectivas sillas de oficina. En ese hotel estaban alojados ambos, ella en la habitación 458 y él en la habitación 845, pero eso todavía, no se consideraba serendipia. A la mañana siguiente de llegar al hotel ella bajó a desayunar a la cafetería, pidiendo un té americano con alguna pieza de bollería, él en cambio, sólo pidió el té americano, esperando en mesas contiguas rodeados de sus amigos de siempre.

Ella, Lily, era una chica de 28 años, de larga cabellera ondulada castaña y con unos enormes y almendrados ojos verdes. No solía ponerse ni gota de maquillaje para ir a trabajar, solamente se lo ponía en las ocasiones especiales como salidas nocturnas o alguna reunión en su bufete de abogados.

Él, John, un chico de 30 años con un aspecto de hombre rebelde, tenía el pelo algo largo color negro azabache y resaltaban unos grandes ojos azules con unas pobladas pestañas. Ejercía como publicista en una muy conocida agencia del centro de Madrid, pero curiosamente no sabía que aquel era el spot de su propia campaña publicitaria.

En aquel comedor ambos se dieron cuenta de la presencia del otro, incluso llegando a intercambiar alguna que otra mirada. Los comensales que les acompañaban también se fijaron en las actitudes que tenían respecto a aquella persona desconocida de la otra mesa. Pero por el momento ninguno de los dos interesados no le dijo nada al otro.
En la tarde de aquel mismo día los chicos se fueron a comer al restaurante más caro de toda la ciudad el renombrado Restaurante Cantalón, bien conocido por sus asados, John fue el encargado de reservar la mesa para los 5 chicos. Aún en el hotel ellas se decidían a dónde ir a comer, cada una quería ir a un sitio y no se ponían de acuerdo hasta que Lily, mientras elegía que ponerse escuchó en la radio que el Restaurante Cantalón era un placer que sólo yendo allí podrías experimentar, por lo que se lo contó a las demás chicas y decidieron que allí sería donde comerían ese día, entonces Lily llamó al restaurante y reservó para las 5 amigas.
Una vez allí, ya dado el apellido de Lily, todas, embutidas en sus vestidos de primeras marcas y subidas a sus tacones de diseñadores famosos con 15 cm de alto, se dirigieron a la mesa que les señalaba el maître. Nadie se fijó en la mesa justo de al lado, excepto Lily, que se había fijado en aquellos ojos azules que no dejaban de tirarle preguntas acompañando con una sonrisa blanca y perfecta. Las amigas de ella se dieron cuenta de las miradas cómplices de ellos dos pero no dijeron nada.
Después de salir del restaurante Lily se fue de compras a unos grandes almacenes, comprándose todo lo que veía que le gustaba, se compró unos pantalones, un vestido de noche, unos zapatos y se dirigía al stand de los complementos cuando fue a coger unos guantes que le llamaron mucho la atención cuando vio que una mano robusta y morena los cogía primero, al alzar la vista vio aquellos ojos azules, no reaccionó hasta que el chico le dijo un tímido pero seductor HOLA. Ella dijo que esos guantes los había visto ella primero, y que los quería, entonces John le dijo que uno se lo quedase ella y el otro se lo quedaría él, John los pagó. Ella no supo muy bien que hacer, porque tampoco entendió lo que el chico quería con aquello, John le explicó que habían coincidido en muchas cosas entonces que si realmente los guantes estaban hechos para ella se encontrarían de manera fortuita y el guante que él tenía le sería devuelto. Ella entonces sonrió y aceptó.
Después de la estancia de las chicas en aquel hotel de 5 estrellas, volvieron a su ciudad, Madrid. Entonces ella supo que el guante no lo iba a recuperar nunca, pero no se deshizo de él, si no que lo guardó como un recuerdo de aquel viaje.

Ya en Madrid, John se acordó de aquella chica cuando, deshaciendo la maleta, vio aquel guante de piel beige encima de su ropa, se preguntó que sería de ella, pero sus pensamientos pronto se desvanecieron.
Después de una semana, John, en su agencia de publicidad tuvo una reunión con su jefe, que les comunicó a él y a sus compañeros que habían contraído una gran deuda con una marca conocida, porque ésta se había negado a pagarles después de que la agencia les hiciera una campaña que no satisfizo al director del producto comercial, el jefe de John le dijo que tenía que encargarse de localizar el mejor buffette de abogados para llevar el caso a juicio. John puso todo su empeño para localizar al mejor abogado de la ciudad, buscó y buscó y dio con una abogada llamada Elisabeth de la Concha y concertaron una cita en una semana para tratar el tema.

Lily, recién llegada de su fin de semana, se encontró con mucho trabajo, y una llamada importante que le daba un caso de renombre con una agencia publicitaria.

Al cabo de una semana John esperaba su cita con la abogada en su despacho, ella llegó puntual siendo previamente anunciada por la secretaria del publicista. John sentado impaciente y nervioso en su mesa daba vueltas a un guante que compró en su viaje de relax con los amigos en Barcelona. ¿Qué hacía él con aquel guante?
Mientras, Elisabeth buscaba en su bolso toda la documentación que había preparado para el caso que decía tratar en aquella agencia de publicidad, y de pronto encontró aquel guante beige que un extraño le dio en unos grandes almacenes y que a ella tanto le gustaba, pero ¿porque había metido en aquella ocasión el guante en el bolso?
Cuando John dio orden a la secretaria de que hiciese pasar a la abogada, ésta se levanto como una pluma y se dirigió al despacho de un tal John Osorio, agente publicitario. La secretaria le dijo que él estaba dentro esperándola, entonces llamó, esperó a que contestasen y entro dejando cerrada la puerta detrás de sí.
Ambos se quedaron boquiabiertos al verse de nuevo las caras. Ella no podía abrir más aquellos ojos almendrados y él de pocas y se le cae la baba al no poder abrir más la boca tras la sorpresa que le dio aquella chica del guante.
Cuando ella se sentó frente a él en una sala con sofás de cuero rojo, John, estrechándole la mano dijo, hola soy John Osorio, agente publicitario. Ella le tendió la suya a la vez que se presentaba como Elisabeth de la Concha, abogada. Los dos se echaron a reír. Tras una reunión, bastante informal, en la que trataron el tema del producto y la deuda John la dejó un momento en aquella sala cuando salió a su despacho y cogió una bolsa de cartón dorada con un lazo negro. Volvió a la sala y le dijo creo que esto es suyo, señorita abogada. Ahora déjeme invitarla a una copa. Ella sorprendida por el gesto abrió la bolsa y encontró la otra mitad, exactamente igual que la que tenía metida en el bolso. Aceptó la invitación de aquel chico con ojos azules y todo lo demás.... ES HISTORIA.